miércoles, 26 de noviembre de 2014

Erasmuseando, con Álvaro Zafra

Erasmuseando es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a estudiantes que se encuentran, gracias a algún programa de intercambio, en universidades de otros países para conocer sus puntos de vista sobre estos planes de estudios en el extranjero, sobre el lugar que los ha acogido y sobre sus propias vivencias.
En esta ocasión, nuestro protagonista es Álvaro Zafra Repiso, estudiante de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad de Alcalá, que desarrolla su programa de intercambio en la Universidad de Southern Mississippi, en los Estados Unidos.

1. En tu opinión, ¿por qué es importante estudiar fuera de España?
Infinidad de motivos. Hoy por hoy, casi ninguna mediana o gran empresa sobrevive en España sin mantener relaciones con el extranjero de manera más o menos indirecta. Multitud de estudios resaltan que los licenciados con parte de sus estudios cursados en el extranjero muestran un mejor grado de empleabilidad respecto a sus compañeros que no lo hicieron. En el plano cultural, estudiar con personas de otras culturas abre tu propia mentalidad y te hace mejorar aprendiendo otras maneras de hacer las cosas.

2. ¿Qué aspectos crees que deben mejorarse en los programas de estudio y colaboración con otros centros educativos fuera de España?
Becas más cuantiosas, cuantías adaptadas a los países, más asesoramiento en cuanto a trámites burocráticos, menos trabas a las hora de la convalidación de asignaturas y conseguir extender la red Erasmus hasta convertirla en algo mundial.

3. ¿Las cuantías de las ayudas existentes para estudiar en el extranjero llegan para sufragar los gastos de tu estancia en ese país? ¿Cómo pueden mejorarse?
En mi caso, mi ayuda no es una ayuda del Estado o la Unión Europea, es una beca propia de mi universidad “UAH Movilidad Global”. Te permite escoger entre un grandísimo número de universidades a lo largo del mundo, desde Australia, pasando por Asia, y hasta América. Mi beca está dotada de una ayuda de 2.500€ y un “búscate la vida”. El “búscate la vida” es porque sólo se preocupan de darte el dinero, no de ayudarte demasiado en el proceso, que algunas veces es lento y tortuoso.
El coste de un año aquí (residencia + plan de comidas + libros + gastos  obligatorios + vuelo) son unos 11.000€ anuales, con lo que la beca te cubre menos de un 25%, sin olvidar el coste de mi matrícula en España, que este año ha sido 1.951€ (72 créditos en 1ª convocatoria en la Comunidad de Madrid). Y esto es el coste de vivir sin salir a tomarse una cerveza, con lo que al final sale bastante más caro.
Los alumnos con becas de intercambio deberían de tener alguna ayuda por parte del Estado o la UE, exención de tasas, ayudas acordes con el coste de vida del país en el que estamos o medidas similares.

4. ¿Cuáles son las diferencias culturales y de costumbres entre España y el país en que estudias que más te han llamado la atención?
Aparte del clásico comer a las 12 y cenar a las 6, la vida de un estadounidense medio está mucho más mercantilizada, enfocada a que consuma todo el tiempo. Son de media mucho más competitivos, tanto en la vida como en los estudios. Una media por debajo de B (lo que es entre un 80-90%) se considera mediocre.
Respecto a la universidad, los métodos educativos son distintos, más abajo habla de ello.
Un detalle que me ha llamado la atención bastante es el respeto por el Copyright. El gasto anual en libros rondará los 1500€ si te los compras todos, cosa que en la mayoría de asignaturas es obligatorio. Mi libro más caro me costó 225€, y es sólo para un cuatrimestre. A pesar de esto, nadie hace fotocopias o se descarga libros en PDF, se estila mucho más comprarlos de segunda mano o alquilarlos (cosa que tampoco es barata).
Un detalle aún más curioso, si te pillan descargando películas de forma ilegal o viéndolas online (revisan lo que haces en internet), es normal que el FBI te envíe una carta de aviso diciendo que estás bajo sospecha de piratería, y que a la siguiente puedes enfrentarte a multa o juicio.

5. ¿Cuáles son las principales dificultades que has encontrado al llegar al país de destino?
Las principales dificultades me han ayudado en muchas ocasiones, aunque no quita que sea duro. En Estados Unidos el concepto de estudiante de intercambio “no existe”, los intercambios que hay son entre universidades del propio país, y los estudiantes internacionales que hay estudian aquí por cuatro años y están sometidos al mismo proceso de selección que los estudiantes americanos.
Cuando llegas y dices que eres un estudiante de intercambio tus profesores no están muy seguros de lo que es eso, y por supuesto su trato contigo es el mismo que con cualquier estudiante americano, tienes los mismos derechos y obligaciones, no hay ninguna ventaja por no ser angloparlante.
Por lo tanto, cuando tu nivel de inglés no es perfecto o tienes que adaptarte a un sistema educativo diferente, supone cierta dificultad, pero a la vez te empuja a mejorar.

6. ¿Qué destacarías del sistema universitario del país en que estudias?
Estados Unidos no es la panacea de la educación universitaria aunque los rankings digan lo contrario.
Cómo funcionan las clases no es especialmente diferente de una universidad española (clases unidireccionales por parte del profesor), eso es bastante parecido. Sin embargo, a la hora de participar los alumnos están prácticamente obligados. Hay un sistema por el que si un profesor quiere hacer una pregunta a la clase, los alumnos tienen un mando (algo así como el de una televisión) en el que pueden marcar entre las distintas respuestas, con lo que el profesor puede saber la opinión o el grado de asimilación de conceptos de los alumnos. Asimismo, está bastante bien visto que se interrumpa una clase para debatir sobre un asunto, pudiéndose mostrar abiertamente una opinión contraria a la del profesor.
Mucho trabajo diario, pero distinto a España. No te exigen trabajos largos (mis trabajos oscilan de 1 a 4 páginas), te dan un tema sobre el que escribir y eres libre de escribir lo que quieras, ya que valoran mucho lo que piensas, y en los trabajos en grupo siempre te asignan los compañeros, para que sepas gestionar a los distintos miembros y roles, porque no siempre los vas a poder elegir.
A excepción del primer año de carrera, donde tienes una serie de asignaturas obligatorias (de cultura general), el resto de los tres años puedes elegir las asignaturas que quieras. Por ejemplo, que quieres especializarte en educación, pero con conocimientos de psicología (Educational Major, Psychology Minor); este método es muy útil si sabes en lo que quieres especializarte.
Una de las cosas que más me ha sorprendido es que las empresas están muy integradas con las universidades: profesores que ofrecen prácticas en empresas de su sector, empresas que hacen reclutamiento en las universidades, infinidad de ofertas de empleo para estudiantes. Una de las que tenemos ahora mismo ofertada es sales assistant a tiempo parcial en la marca Lays (sí, la de las bolsas de patatas), que ofrece $45.000 al año, nada mal si lo comparamos con España.

7. ¿Te has introducido en instituciones y organismos del país de acogida? ¿Por qué?
Las universidades suelen recomendarte siempre todo tipo de asociaciones que hay en el campus, ya que aquí el movimiento asociativo es increíble, desde clubes de debate, pasando por club de distintos idiomas, fraternidades, etc…
En mi caso, frecuento bastante el International Club, el USM Rugby Club, en la que es una buena manera de relacionarte con personas que viven aquí y que son las mejores para conocer la cultura del país.

8. ¿En qué crees que te ayudará estudiar en otro país en tu formación profesional y personal?
Espero que la suma de todo lo que estoy aprendiendo aquí, inglés, trabajar de otra manera, trabajar con otras culturas, el nivel de competitividad, etc., sea valorado positivamente por mis futuros empleadores.
A nivel personal siempre he creído que viajar es una experiencia increíble e inigualable, y de las cosas de las que más se puede aprender en esta vida.

9. ¿Has aprendido la lengua al nivel que esperabas? ¿Por qué?
Como todos sabemos, los españoles no somos muy duchos con la lengua de Shakespeare, ya que estudiamos mucho la gramática y el vocabulario (y no siempre el mejor), y en especial el acento andaluz no ayuda mucho. Cuando llegué aquí me dije a mí mismo “¿dónde te has metido, Álvaro?”, como suelo decir. Aprender inglés en Mississippi es como si quieres aprender castellano neutro en Andalucía. Muchas expresiones propias de la región, además de la distinción entre razas, se hacen patentes en el lenguaje, ya que influyen bastante a la hora de hablar (Mississippi tienes más de un 50% de población negra).
Sigo aprendiendo día a día, no sólo respecto del propio idioma, sino cosas tan curiosas como tener memoria en inglés, ya que no es lo mismo trabajar al 100% en inglés con cosas que no has conocido en español y que tienes que aprender. Ahora que no manejo absolutamente nada en español es bastante difícil conseguir memorizar las cosas en inglés, es un reto que aún se me resiste.

10. Sé autocrítico contigo mismo e indica algún aspecto que piensas que podrías haber aprovechado mejor en tu estancia en el centro universitario en el que estás estudiando.
Hasta el momento creo que mi experiencia está siendo bastante satisfactoria, quizás me gustaría poder viajar un poco más, porque no estoy teniendo demasiada oportunidad de ello.
Por lo demás, creo que estoy aprovechando mi estancia tanto como puedo, exprimiendo todo lo que pude dar de sí.

La Universidad de Southern Mississippi se encuentra situada en la localidad de Hattiesburg, al sur del estado de Mississipi, a casi 100 kilómetros de Biloxi, y 110 de Gulfport, ambas en el Golfo de México y 170 de Nueva Orléans. La ciudad, fundada en 1882, tiene una población de casi 50 mil habitantes y en sus inmediaciones se localiza Camp Shelby, uno de los mayores campamentos militares en territorio estadounidense.
La Universidad de Southern Mississippi es una institución pública fundada en 1910 como Escuela de Magisterio y que obtuvo en 1962 el titulo de Universidad. Cuenta con unos 15000 estudiantes y seis colleges en los que se reparten los 189 programas de estudios ofertados.

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